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ACUERDOS EUROPEOS PARA LA IMPLANTACIÓN DEL HIDRÓGENO COMO COMBUSTIBLE DE AUTOMOCIÓN.

A principios del pasado mes de septiembre, directivos de algunas de las mayores compañías fabricantes de vehículos (ojo, que estamos hablando de Daimler AG, Ford Motor Company, General Motors Corporation/Opel, Honda Motor Co., Ltd., Hyundai Motor Company, Kia Motors Corporation, la alianza de Renault SA con Nissan Motor Co., Ltd. y Toyota Motor Corporation) se reunieron para firmar un interesante acuerdo o, como ellos lo han dado en llamar, una Carta de Entendimiento (Letter of Understanding LoU).
¿Y qué puede ser eso tan importante que les ha llevado a ese buen rollito y a firmar esa postura en común que, por cierto, ha tenido muy poca repercusión en los medios especializados, tan fascinados últimamente por las baterías recargables? Pues nada menos que su intención de colaborar en el desarrollo y la introducción en el mercado de vehículos eléctricos propulsados por célula de combustible de hidrógeno. Y dan una fecha concreta: año 2015.

Los fabricantes reunidos, entre los que, a bote pronto, se echan en falta VW Group, BMWy, puestos a escarbar, el Grupo Fiat, PSA Citroen-Peugeot y quizá alguno más, argumentan haber empleado mucho tiempo y dinero en el desarrollo de la célula de combustible, consideran haber acumulado suficiente experiencia y conocimientos acerca de esta tecnología y afirman estar en disposición de iniciar la producción en serie y la comercialización de un número considerable de vehículos propulsados por hidrógeno. ¿Se entiende ahora el porqué de algunas ausencias?

Hablan de varios cientos de miles de unidades a lo largo y ancho de todo el planeta, y no descartan que, debido a que cada compañía empleará sus propios sistemas de producción y estrategias de comercialización, la llegada al mercado de estos automóviles pudiera ocurrir incluso antes de la fecha prevista (recordemos, año 2015).

Nos recuerdan que durante estos últimos años se han llevado a cabo muchos proyectos que han demostrado que la producción, transporte, almacenamiento y utilización de hidrógeno como “combustible” son técnicamente factibles. Vuelven a hacer hincapié en que, para asegurar el éxito de esta iniciativa, hace falta que para 2015 exista un mínimo de la infraestructura necesaria para dar servicio a los vehículos de hidrógeno. Apuestan por colaborar en su desarrollo, partiendo de las grandes áreas metropolitanas para posteriormente extenderla por regiones más amplias. Todos están de acuerdo en que el punto de partida para el continente Europeo sería Alemania, mientras se ponen en marcha redes similares para otros países como Estados Unidos, Japón y Korea.

Para completar el cuadro, al día siguiente Daimler AG volvió a reunirse con otro grupo de empresas y con el ministro de transporte alemán – Wolfgang Tiefensee- para volver a firmar otro acuerdo, aunque esta vez, por motivos que se me escapan, se trataba de un Memorando de entendimiento (MoU). Las empresas involucradas, ademas de Daimler AG, son EnBW, Linde, OMV, Shell, Total, Vattenfall y NOW GmbH (National Organization Hydrogen and Fuel Cell Technology). La lista, huelga decirlo, está abierta para otras compañías interesadas.

El memorando firmado aprueba una iniciativa, que se ha dado en llamar “H2 Mobility”, enfocada a la creación y expansión de la infraestructura necesaria para repostar vehículos de hidrógeno, empezando, como era de esperar, en Alemania. El desarrollo contempla dos fases:

La primera cubriría la elección de una amplia zona alemana en la que comenzar la instalación de la red de hidrogeneras contando, si fuera posible, con ayuda estatal. La intención es que estas primeras estaciones de servicio se encuentren operativas en 2011.

La segunda fase se centraría, si la primera resulta satisfactoria, en la expansión de la red de repostaje en todo el territorio nacional, para así permitir la producción en serie y la puesta en el mercado de coches propulsados por hidrógeno alrededor del año 2015.

Sin dejar de lado a los coches eléctricos de baterías, el gobierno alemán tiene intención de poner en marcha un plan de incentivos fiscales que permita alcanzar unas ventas de coches eléctricos (así, en genérico) en 2012 de unas 100.000 unidades. La expectativa es ver circular por las carreteras alemanas, en 2020, alrededor de un millón de vehículos eléctricos.

Alemania es, a día de hoy, el país europeo con mayor número de hidrogeneras en funcionamiento; tiene 30. De ellas, 7 están integradas en estaciones de servicio tradicionales. Contando con algunas más existentes en Estados Unidos, Daimler AG ha decidido a arriesgarse iniciando una la producción de una serie limitada de Mercedes Clase B Fuel Cell a finales de este mismo año.

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