MARCAS Y ADMINISTRACIONES APUESTAN POR EL COCHE ELÉCTRICO PERO DIFIEREN EN LOS PLAZOS.
El coche eléctrico como única alternativa.
Aunque no hay un acuerdo unánime en los plazos sí lo hubo en considerar al coche eléctrico como la «única alternativa» de futuro en la automoción. La necesidad -moral y legal- de reducir las emisiones de CO2, la carestía del combustible tradicional y su posible desaparición en un periodo más o menos largo hicieron coincidir a los expertos de varias empresas y de las administraciones en la importancia de desarrollar un vehículo para el que existen factores que limitan de momento un uso masivo. Éstas fueron algunas de las principales conclusiones en la inauguración del primer Salón Vehículo y Combustible Alternativos, que se celebra hasta mañana en la Feria de Muestra de Valladolid.
Entre los fabricantes, Renault fue el que mostró mayor optimismo. Su director de Comunicación, Jesús Presa, recordó que en un par de años Valladolid fabricará ya 20.000 vehículos de este tipo -«para uso urbano»- y ofrecerá «una gama completa» que consideró «accesible para todo el mundo» y a un coste similar al que tiene un diesel actual. Como expusieron otros profesionales, el objetivo es reducir la contaminación y la dependencia energética tradicional «con las mismas prestaciones y seguridad». La diferencia es que la marca del rombo considera que ésta es una opción de «presente».
Un sector «criminalizado»
Mientras, Pedro Antonio Tabera, director general de Turismos de Mercedes, que denunció «la criminalización del sector cuando el automóvil no es el mayor productor de CO2», destacó la apuesta de su empresa por una «movilidad sostenible» apostando por «retirar» los vehículos «viejos» que contaminan «cien veces más» que en la actualidad. Sin embargo, auguró que en los próximos veinte años seguirán primando los coches con motor de combustión aunque el vehículo eléctrico «sea realmente la única alternativa de futuro».
Para el presidente y consejero delegado de Chevrolet España, Juan Manuel Lumbreras, «aún quedan años» para que el uso del coche eléctrico sea generalizado por lo que pidió que «no se olviden otros combustibles alternativos». Entre ellos, citó el gas licuado por petróleo, conocido como GLP, que tiene «muchos beneficios» al ser «menos contaminante y supone un ahorro para el consumidor final». Además, señaló que el kit para recargar este vehículo «bi-fuel» apenas cuesta los 1.500 euros. Como también sucede de momento con el coche eléctrico, «el problema es la falta de puntos de ventas -apenas 30 en España-».
Desde las administraciones, el director de Ahorro y Eficiencia Energética del IDAE centró su intervención en la necesidad de utilizar combustibles «autóctonos» en forma de energías renovables. Por último, la vice consejera de Economía, Begoña Hernández, apostó por una labor de difusión para la incorporación de este tipo de vehículos en el mercado.
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