CARGAR LOS COCHES ELÉCTRICOS EN BARCELONA COSTARÁ UN EURO.

El Ayuntamiento de Barcelona instalará en un año 191 puntos de carga para coches eléctricos, la mayoría de ellos en aparcamientos públicos y cada carga costará un euro. En la vía pública, además, se pondrán otros 40 puntos para motocicletas eléctricas. "Por necesitar menos energía y además ser más eficientes para circular en ciudad, creemos que en un principio serán el primer paso", afirmó Àngel López, director de Servicios de Movilidad de Barcelona.

López participó el pasado jueves, junto con Ricard Bosch, profesor del Departamento de Ingeniería Eléctrica y de la Cátedra Unesco de Sostenibilidad de la Universidad Politécnica de Cataluña, en el debate El coche eléctrico, ¿vehículo de futuro?, organizado por Aula EL PAÍS y el Observatorio de la Comunicación Científica de la Universidad Pompeu Fabra, con la colaboración de Novartis.

Los usuarios contarán con una tarjeta para abonar un euro por carga. Es decir, que mientras que con la gasolina se paga por litro, en este caso se pagará por servicio, independientemente de la cantidad de electricidad con que se cargue la batería del vehículo. Además, estos vehículos también tendrán ventajas en los impuestos de circulación y matriculación.
Decreto del Gobierno

El Gobierno central se ha propuesto que en 2014 circulen un millón de coches eléctricos en España, lo que permitirá ahorrar 2.800 toneladas de petróleo. El Ejecutivo aprobó en julio un decreto que garantiza el derecho de cualquier particular a poner un enchufe en su plaza de garaje para recargar su coche, sin que el resto de usuarios puedan negarse.

Los vehículos eléctricos, como el tranvía y el tren, son más eficientes frente al motor térmico, expuso Bosch. En los vehículos por combustión, el 30% de la gasolina se aprovecha para las ruedas, mientras que el resto produce calor, se va por el radiador y por el tubo de escape, y produce gases contaminantes. Sin embargo, el motor eléctrico aprovecha todo su potencial energético en las ruedas. Además, "un motor eléctrico no se cala", añadió Bosch.

El gran reto está en el arranque y en el almacenaje de la energía necesaria. "La energía eléctrica es difícil de almacenar, las baterías difíciles de hacer", añadió López. Las baterías actuales carecen de suficiente autonomía y, además, son caras. Pero la implicación de las marcas de coches permitirá que esto cambie, coincidieron los ponentes.

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