TRÁFICO CONFIRMA QUE SE PLANTEA SUPRIMIR POR OBSOLETA LA SANCIÓN POR NO LLEVAR BOMBILLAS DE REPUESTO, A PESAR DE RECAUDAR CON ELLA UN MILLÓN Y MEDIO DE EUROS AL AÑO.
Confirmado. La Dirección General de Tráfico estudia eliminar la obligación de llevar lámparas de repuesto en el coche. Según informa el diario El País, este precepto obsoleto del Reglamento General de Vehículos está provocando situaciones esquizofrénicas en la carretera. Los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil han impuesto unas 20.000 sanciones en los últimos dos años a conductores que no llevaban en el vehículo el obligatorio juego de lámparas de recambio. En muchos coches el conductor no puede cambiar las lámparas sin ir al taller.
Parecería lógica la penalización, señala el periódico, 150 euros, si estas bombillas de repuesto sirvieran para algo; es decir, que cuando el vehículo tuviera una de ellas fundida el conductor se remangara y la cambiara de forma sencilla. Sin embargo, la realidad es muy distinta. Los agentes están denunciando a los conductores a pesar de que es muy difícil o en algunos casos imposible reemplazar por uno mismo la bombilla dañada.
Según la DGT, se está estudiando el cambio del reglamento en este punto para adecuarlo a la realidad de los vehículos que circulan en España. El texto, de diciembre de 1998, señala: "Los vehículos a motor (...) deben llevar, como mínimo, la siguiente dotación: un juego de lámparas de las luces en estado de servicio y herramientas indispensables para el cambio de lámparas".
Los nuevos automóviles, con un diseño que aprovecha el espacio hasta el último milímetro, especialmente en la zona del motor, hace de ésta una misión imposible. Los técnicos consultados aseguran que en la mayoría de los coches con menos de cinco años de antigüedad el cambio de bombillas no es una tarea para no iniciados. En algunos casos, para cambiar las luces de los faros delanteros hay que tener herramientas específicas, extraer varias piezas del motor o el faro entero o el paragolpes. "En algunos casos nos hemos encontrado con que el propietario ha dañado algún componente o el alojamiento de la bombilla por intentar hacerlo él mismo", señala un asesor de servicio de Peugeot. Sustituir una bombilla en un concesionario cuesta unos 20 euros y lleva 10 minutos.
Los manuales de mantenimiento de los propios vehículos recomiendan acudir a un taller para realizar esta operación. Si los faros son de xenón, cuyas bombillas tienen una vida casi equivalente a la del automóvil, el intento podría además traer un disgusto, porque sólo pueden ser manipuladas por expertos: reciben una tensión eléctrica de 30.000 voltios.
Si finalmente se modifica el reglamento, Tráfico dejaría de ingresar aproximadamente un millón y medio de euros al año. En los Presupuestos del Estado, está prevista para 2009 una recaudación de 416 millones por multas, un 15,5% más que este año.
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