STEAM CAR, A POR EL RÉCORD DE VELOCIDAD DE VEHÍCULOS A VAPOR.
Un equipo de británicos intentará a principios del año que viene batir el récord para vehículos impulsados por vapor. El vapor fue el primer método para impulsar vehículos, equipados con una caldera, algunos armatostes del siglo XVIII y XIX alcanzaban velocidades de hasta 10 km/h y su aplicación era fundamentalmente agrícola, además de la ferroviaria. El récord terrestre en automóviles impulsados por vapor lleva vigente, atentos, desde el año 1906 y está cifrado en 127 millas por hora (204 km/h).
El Inspiration Steam Car y el equipo humano tras el récord buscan superar la barrera de las 170 mph, unos 274 km/h. Esa velocidad es sencilla con cualquier coche de 300 CV de potencia, incluso muy sencilla, pero el mérito está en conseguirlo con una tecnología de hace más de 300 años. El Steam Car mide casi 10 metros de longitud y sus ruedas traseras están impulsadas por una turbina de vapor con una potencia máxima de 360 CV a 13.000 rpm.
Para producir el vapor necesario para mover la turbina el coche cuenta con 12 hervidores de agua, alimentados por gas licuado de petróleo. Una vez el agua se convierte en vapor a un ritmo de casi 50 litros por minuto, es impulsado hasta la turbina por 3 kilómetros de tuberías, un sistema extremadamente complicado. El vapor sobrante no se aprovecha y se expulsa directamente por la trasera del coche: su eficiencia térmica es de solamente un 10%.
El Steam Car, intentará batir el récord de Fred Marriott en las planicies saladas de Boneville u otro desierto estadounidense.
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