RORMAXX FORMULA AE, SUPERDEPORTIVO ELÉCTRICO ALIMENTADO POR EL VIENTO Y POR EL SOL.
La idea de estos estudiantes de una universidad de California no está nada mal porque existiendo varias fuentes de energía renovables tiene sentido integrarlas en lo máximo posible para construir una propulsión limpia conjunta. Se llaman Rory Handel y Max Bricklin y han fundado la empresa RORMaxx, que se dedicará a construir vehículos ecológicos. Su proyecto estrella es el Formula AE, un supe deportivo de inspiración en la Fórmula 1 y que partirá del viento y de sol para funcionar.
Esencialmente la base propulsora será un motor eléctrico de inducción que producirá 285 CV de potencia, alimentado por unas baterías de litio-fosfato. Parece que este material para formar los acumuladores ganará la batalla contra las tradicionales baterías de ion litio por su mayor ciclo de vida, mayor capacidad de carga, etc. Hasta aquí un deportivo eléctrico convencional. Pero lo que realmente diferencia al Formula AE son las fuentes de energía que utiliza. En primer lugar un panel solar muy fino, denominado SolarPly, tomará la energía del sol para alimentar las baterías principales.
El viento tomará el lugar de la segunda fuente de alimentación gracias a cuatro entradas de aire estratégicamente instaladas en la carrocería. La fuerza del aire al pasar a través de éstas moverá una serie de pequeñas turbinas y generará una electricidad que será almacenada en unos ultra capacitadores. En este caso el tiempo de almacenamiento es pequeño por lo que la energía así generada será utilizada de forma instantánea, por ejemplo para aportar mayor aceleración. Se podría decir casi que como un gran turbo.
Todos estos aprovechamientos de energía están en fase de desarrollo por lo que aún queda camino. En cualquier caso los chicos de RORMaxx están atendiendo a todos los puntos decisivos para llevar a cabo este proyecto. Uno de lo más importantes, además de su propulsión, es el del peso y la aerodinámica. Para minimizar y maximizar estos parámetros, han seguido los parámetros de los monoplazas de F1: chasis de aluminio con inserciones de acero y paneles en fibra de vidrio. Podrían utilizar en lugar de estos últimos la fibra de carbono pero han considerado que así se perdería la imagen “verde” del Formula AE.
Además de su base sumando un discreto peso y una gran fuerza obtendremos un vehículo de enormes prestaciones, por lo que debe de ser preparado para alcanzar grandes velocidades y mantener su seguridad. La estructura de fibra de vidrio más las estructuras de protección en los extremos deberían configurar un habitáculo seguro en caso de choque. La suspensión instalada sería contundente al transportar las sensaciones de la carretera y actuaría como fijador ayudando al alimentador trasiego de aire que ya serviría para afianzar al Formula AE al asfalto.
Los “vasos comunicantes” con la carretera estarían bien asegurados. Las ruedas estaría compuestas por unas llantas de aleación de magnesio, de muy bajo peso y gran resistencia, y que se unirían con unos neumáticos fabricados con un material especial que las reforzaría y a la vez las haría ligeras. El sistema de frenos instalado contaría con unas pinzas mono bloque de alto rendimiento.
Todos estos datos de momento se encuentran dentro de un proyecto inacabado y al que le falta mucho desarrollo. Pero si terminar donde esperan sus fundadores sería una señal de que las energías renovables y que no se agotarán durante la existencia humana serían suficientes para desarrollar hasta los deportivos más capaces. Ahora bien, junto a un buen término del proyecto tendrían que ocurrir factores como el de su viabilidad económica .
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