RENAULT MEGANE RS.
El tan esperado Renault Mégane RS ha sido presentado en Ginebra sin absolutamente ninguna sorpresa, ni la fotografía filtrada que algunos daban como no real ni las imágenes espía en pista nos llevaron a engaño en absoluto. Como auténtico hot-hatch el RS se posicionará a un nivel muy alto no sólo por su potencia sino porque se encuentra muy preparado para dar la talla y luchar contra los más grandes del sector.
La efigie del Mégane más fuerte se levanta con el frontal tan comentado por su cierto radicalismo, ennegrecido y atravesado por una línea también oscura que termina a los lados en las “dulces” luces LED diurnas. El spoiler bajo, también en negro, y las llantas de aleación de 18” con doble arco era todo lo que se nos había presentado con lo que las dudas recaían en la trasera. En ella se termina con un parachoques en uve invertida que deja lugar en su centro a un difusor, no tan extremo como se esperaba, y una salida poligonal de escape en el centro, detalle que toman otros “compactos calientes” como el Opel Astra OPC.
Los pasos de rueda ancheados, con los que también juegan los frondosos bajos de perfil, forman una imagen frontal o trasera muy fuerte y definitoria. Pero no todo se queda de puertas para fuera y el interior recibe obvios detalles para una empresa como ésta, comenzando por los pedales en aluminio, el tapizado de piel en los acogedores y abrazadores asientos deportivos y terminando por un volante con mandos incorporados y terminado en cuero costurado. Un detalle diferenciador se encuentra en la consola del piloto, con un tacómetro analógico y avisador acústico y visual de la marcha de los cambios de marcha.
Son dos chasis los que se podrán elegir en el nuevo Mégane RS, el Sport de serie u opcionalmente el Cup. Ambos incorporan una retocada dirección asistida eléctrica, variable por supuesto, y un control de estabilidad ESC con corrección de trayectoria que es desconectable para esos divertidos “días de fiesta” en circuito. A mayores el chasis Cup incorpora para el RS una suspensión más dura y aferrada al asfalto además de un diferencial autoblocante para asegurar una mejor respuesta fuera de las rectas.
El RS es más que el R26.R al menos en lo que a potencia se refiere. Es momento de olvidar los rumores del potente TCe para abrazar el 2.0 turbogasolina de cuatro cilindros y 16 válvulas reconocido hasta ahora en las versiones más potentes del Mégane. Con una tecnología de turbo en dos etapas desarrolla una potencia máxima de 250 CV a 5.500 vueltas mientras que las bondades de la turboalimentación trabajan para ofrecer un 80 % de los 340 Nm de par máximo a partir de únicamente las 1.900 rpms. Renault todavía no se ha mojado con sus prestaciones pero se sigue hablando de los 6 segundos hasta los 100 km/h como marca de identidad.
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