EL COCHE LIMPIO GANA TERRENO CON EL PLAN 2000E.
Con su puesta en marcha el pasado mes de mayo, el Plan 2000E venía a intentar frenar la preocupante caída continuada de ventas en el sector de automoción, impulsando de paso la adopción de vehículos menos contaminantes al limitar su ayuda a aquellos que emitieran menos de 150 gramos por kilómetro de dióxido de carbono. Dos meses después, los datos de las asociaciones sectoriales, unidos a la experiencia de los concesionarios, vienen a confirmar, aún con matices el éxito de la propuesta, tanto a nivel nacional como en Ciudad Real.
En concreto, un estudio de MSI para Faconauto indica que los coches nuevos vendidos en la provincia durante el primer semestre de 2009 emitían por término medio un 3’3% menos de CO2 que los que se vendieron durante el mismo período del pasado año. De ese modo, la media se sitúa en 144,5 g/km, un dato superior en sólo medio gramo al del conjunto de España.
En cuanto a los concesionarios de coches ciudadrealeños, todos coinciden en destacar que el Plan 2000E se ha traducido en un mayor tráfico de público en sus exposiciones, pero no necesariamente en más ventas: si en casos como el de Comatur (Seat) el segmento de coches que se pueden acoger al plan se ha vendido más, en otros como el de Fermamóvil (Kia Motors) no han notado ese efecto positivo, aunque sí admiten que los clientes preguntan expresamente por vehículos que puedan acogerse a los auspicios del plan.
Menor potencia y tamaño
Dentro de esa categoría, los consumidores suelen elegir coches de menor potencia y tamaño, según destacan en el departamento de ventas de T. Jerónimo (Skoda); en esta marca, las ventas se centran en los vehículos de hasta 70 CV en gasolina, y de hasta 105 CV en diésel. En otras marcas, este rango de potencia es mayor; por ejemplo, en Seat oscila entre 80 y 90 CV.
Claro que la variedad en este sentido puede crecer en un futuro cercano, tal y como indican en el concesionario Mosa, de la marca Peugeot; la mayoría de su oferta, que en gasolina puede llegar a alcanzar los 136 caballos, ya está adaptada para que sus emisiones de CO2 no sobrepasen los límites marcados por el Plan 2000E, y sus responsables mencionan que otros fabricantes ya están realizando modificaciones similares en sus motores.
Estas perspectivas no sirven, sin embargo, para suavizar la principal preocupación de los concesionarios consultados: el pago de las ayudas que han adelantado de su propio bolsillo. Dentro de estas están no sólo los 2.000 euros que dan nombre al plan, sino las ayudas ofrecidas por los fabricantes, lo que ha supuesto un esfuerzo muy duro para empresas que, en el contexto actual, no andan sobradas de liquidez. La puesta en marcha en esta semana del registro de ayudas del Fitsa ha servido para aliviar en parte esta incertidumbre, aunque los más pesimistas creen que no recibirán el dinero hasta septiembre.
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